Al final, el regidor Magdaleno Torres Marmolejo y Paco, su hermano diputado, salieron nuevamente victoriosos y los adversarios rumiando su derrota.
Los números eran muy claros el domingo, alrededor de las dos de la tarde: 291 votos para “Leno” y 216 para Lula Wario Padilla. Los reclamos vendrían después, y también los acomodos.
El ex diputado local y federal, José Luis Treviño, se ufanaba: “les volvimos a ganar” “se las hemos ganado todas”. Y es cierto. Todas. Mientras… las miradas de los derrotados expresaban sus heridas y cierto agotamiento, desaliento y hastío.
El equipo de Lula Wario suponía una elección de números cerrados. Unos cinco de diferencia. Si algo sabe el panismo, son operaciones con las cifras. Como decía el Chapulín Colorado: “todo estaba fríamente calculado”.
Son ya muchos años de triunfos para los hermanos Torres Marmolejo. Desde que, juntos con Fernando Montero Tiscareño, buscaban una oportunidad en la política local, recorriendo la ciudad en un vehículo desvencijado, y pedían el buen juicio periodístico. Tiempos idos. De hecho, olvidados.
El ex alcalde Saúl González Fuentes votó y se fue. Los que saben dicen que mantuvo un papel decisivo en la victoria de los Torres Marmolejo. Instruyó a sus seguidores para dividir sus votos entre ambos candidatos. “Tu con Leno, tu con Lula” Eso le aseguró cuatro secretarías del nuevo Comité Directivo Municipal.
Fue su venganza para Gerardo Cedillo Facio, quien se le salió del huacal en la pasada elección. De paso, perjudicó los planes de los opositores, llevándose a Lula Wario entre las patas del caballo. ¿Qué explicación le dará Saúl al gobernador? ¿Jaime Sanromán estuvo de acuerdo? ¿Aceptó favorecer a sus viejos pupilos que luego lo ningunearon?
La alianza de Wario, trenzada con Gerardo Cedillo Facio, Gabriel Guerra y Amaury Muñoz, ven con escozor la jugada de Jaime Noriega Delgado y Norma Angélica Cordero. Pero, así es la política y ellos lo saben muy bien. Tienen la experiencia del mundo.
Estos resultados pavimentaron el control de la sucesión. Paco Torres y su equipo ya se ven haciendo campaña por la diputación federal en 2012. También adoquina el camino de su elegido para la presidencia municipal de Lagos.
Cuando votaron por la integración del comité, la mayoría levantó la mano. Cuando se preguntó el voto en contra, nadie lo hizo. Paco gritó: “¡Levántenla! ¿No que no querían?” La pulla ahí quedó.
Por cierto, en el PRI están de plácemes. No se las pudieron poner más fácil. Reconociendo la trayectoria impecable de Lula Wario, dicen que ya en plan de confrontación, representaba un hueso duro de roer. Con el triunfo de Magdaleno y Paco, la ven más fácil. Hay mucha tela de donde cortar, aseguran.
Magdaleno Torres Marmolejo dijo que todos los panistas son tripulación de un mismo barco. De verdad desea que vayan para el mismo rumbo. En realidad, es indispensable. Depende de su generosidad. Por lo pronto, los dejó totalmente fuera del comité municipal.
Por lo pronto, Magdaleno dejó el segundo plano. Ahora dirigirá formalmente lo que siempre ha dirigido de facto. Pero, no es lo mismo ser capitán de marinos que capitán de capitanes. “Capo di tutti capi”. O “Boss of bosses”. Dirían los Tigres del Norte: Jefe de jefes.
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