¿México indignado?

Como el sábado no se acabó el mundo, ni a medianoche, ni a las seis de la tarde, llegó el domingo tranquilo, para reponernos del susto. Ya en pleno lunes laboral, me pregunto si estos apocalipsis mediáticos nos servirán, al menos, -entre el cotorreo de la nota- para cuestionarnos, un poquito nada más –sin que se nos suba el azúcar, claro- ¿qué diablos hacemos con la vida?

Y no me lo pregunto por aquellos que gozan de un trabajo estable, habitación, servicios de salud pública o privada, vestido, diversión y descanso… Me lo pregunto por los miles y miles de jóvenes que no solo no tienen trabajo ahora mismo, sino que ni siquiera tienen uno en perspectiva.

Veo indignado como en Lagos de Moreno los egresados de las universidades locales comienzan su vida laboral de cajeros en tiendas de autoservicio; de meseros, en las fiestas de la ciudad; o dependientes de alguna farmacia céntrica; choferes de un taxi… ganando un salario mínimo. Eso cuando consiguieron alguna chamba. También los veo sin nada.

Psicólogos, ingenieros, abogados, mercadólogos, comunicólogos y demás, engrosando las filas de desempleados o subempleados.

Hoy es el Día del Estudiante. En mis tiempos preparatorianos era clásico lanzarnos a las albercas y olvidarnos de las clases. Eran otras eras, otro mundo. ¿Y ahora? ¿Saben los chavos preparatorianos que cuando terminen una carrera profesional no tendrán empleo? Bueno, si es que son admitidos en la universidad pública; si es que tienen dinero para pagar la escuela privada.

En medio de esta crisis y teniendo como antecedente las revueltas árabes, en España están plantados en la Plaza del Sol los indignados. Esos jóvenes que si tienen garantizado un trabajo donde les pagan mil euros al mes (más de ¡16 mil pesos!) pero que allá en las Europas no les alcanzan para mucho. Como si aquí les pagaran mil pesitos. ¿Qué haces con eso?

Los indignados están abandonando la invisibilidad y cambiando la agenda a los medios de comunicación tradicionales y al mismo gobierno.

Están hartos de los políticos y de los empresarios: “No somos mercancía de los partidos y banqueros”, dicen. Una clara protesta contra el sistema dominante, donde el bipartidismo español no ha dado respuestas eficaces. ¿Dónde he visto es película?

Se convocaron por facebook, se siguen en tiempo real por twitter y el mundo ha tenido que voltear a verlos. Bien por los jóvenes españoles.

¿Y México cuándo? ¿Y los jóvenes de nuestro país? ¿Se sientes representados por sus diputados, por sus alcaldes, sus gobernadores? Como ese estúpido presidente municipal de un municipio de Sinaloa que propone a las mujeres no usar minifaldas ¡para evitar los embarazos!

¿México indignado? No. ¿Por qué? Aquí no pasa nada.