17 de octubre de 2011
La novedad y la experiencia
Conforme se acerca el final del año comienza a abrirse el abanico de personajes que aspiran a algún cargo de elección popular. Tanto en el PAN como en el PRI –los partidos que han gobernado la ciudad- se mueven aceleradamente quienes desean representarlos en las elecciones federales y locales del 1 de julio de 2012.
Me llama la atención que entre los simpatizantes de unos y los antagónicos de otros, se descalifica al de enfrente por su novatez o viceversa, por su experiencia.
Particularmente entre los militantes del PAN se intentan descalificar las aspiraciones de Pepe Atilano diciendo que con su candidatura volverían al poder los hermanos Francisco y Magdaleno Torres Marmolejo, además de Saul Gonzalez y otros más, por lo que sería su vasta experiencia el motivo de descalificación.
Y los simpatizantes de este grupo reaccionan recordando que, si bien Amaury Muñoz no tiene mucha experiencia en el gobierno, a pesar de sus cargos administrativos, su equipo tiene a políticos experimentados como Nacho Ángel Cervantes, Carlos Álvarez, Chava García…
Y en ambos equipos hay quienes descalifican a los aspirantes por inexpertos y novatos. No es el caso de Hugo Zamora de Anda, a quien también ubican entre los experimentados, por haber sido alcalde interino.
En el fondo, la crítica apunta a descalificar a los experimentados como un regreso de “los de siempre”, como el regreso del pasado, de los que siempre han tenido el control. Y al ánimo de algunos simpatizantes de presentar caras nuevas para atraer al electorado, que no quiere que vuelvan algunas prácticas negativas del pasado reciente.
Entonces, aunque los aspirantes pueden significar una novedad, cargan con personajes del pasado.
No obstante que en el PRI las cosas se han movido más lentamente y con mucha disciplina –hasta ahora- también hemos captado señalamientos que apuntan a quienes pueden significar lo mismo del presente o el pasado y lo novedoso y atractivo para los electores.
Es un prejuicio que no parece tener fácil solución, o por el contrario, es muy sencillo. Es impensable un equipo totalmente nuevo, sin conexión con el pasado. Si bien los candidatos o aspirantes son atractivos por su novedad, su frescura, que da la idea de esperanza, de cambios positivos… no sería real un ejercicio de gobierno sin la experiencia de otros.
Tanto el PRI como el PAN deberá encontrar las formulas suficientemente atractivas que integren la novedad y la experiencia, que den la idea de un equipo capacitado para gobernar.
Ni la novedad ni la experiencia son garantías por si mismas de capacidad de gobierno. Quizá la inteligente combinación sí.
Lo que sí parece quedar claro es que los electores no quieren que vuelvan los mismos a hacer las mismas cosas negativas.
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