Cuenta regresiva

Arranco la cuenta regresiva… ya comenzó. Faltan 52 domingos para la elección federal, estatal y local de 2012. De ahora en adelante, casi todos “nuestros” políticos –los profesionales y los bisoños- difícilmente pensaran en otra cosa al despertarse. Está en su naturaleza, en su código genético.

Cada semana del año que resta, tendrán actividades político-electorales, planes, reuniones, abiertas, en corto… unas conocidas, otras en lo oscurito. El objetivo fundamental será no quedarse fuera de la jugada, fuera del presupuesto. En la ignominia, pues.

Aquí en Lagos de Moreno, en todo el distrito electoral, los movimientos van muy avanzados. Los aspirantes se van delineando, dependiendo del partido que mencionemos. Básicamente el PRI y el PAN, los que gozan de mayores simpatías ciudadanas, ya son un hervidero.

La dinámica política, esa actividad tan apasionante para unos y tan “equis” para otros –la mayoría, al parecer- es una humana muy noble, pero donde caben las peores bajezas de los hombres y las mujeres. Algunas que ya hemos detallado aquí en los últimos días. Otras que ni de lejos podemos conocer por su misma especie.

El riesgo de un periodo electoral –aun no oficial- entre los diferentes actores, desde el más encumbrado hasta el más humilde, es la distracción de sus actividades o compromisos públicos. En nuestro ámbito, los alcaldes, diputados, regidores, comienzan a perder interés en su trabajo y a dedicar mayor enjundia a sus actividades electorales.

El riesgo es que “ocupados” en sus actividades partidarias, comenzamos a notar ausencias en sus oficinas. Notamos más hechos relacionados con el ámbito electoral que de administración pública.

Y el ambiente permea hasta los mandos medios, llegando a la soldadera, donde pelean con todo por hacerse notar, para no perder chamba, prebendas y demás.

Con quien hay que alinearse, quien es el bueno, cual es el favorito… son las preguntas típicas de la temporada, para no cometer la gran equivocación: ubicarse en la posición incorrecta, con un aspirante sin oportunidades. Lo que significaría –exagerando un poco- la muerte política, porque la suerte del de arriba, la comparten los demás. Sobre todo cuando pierde. !Pueden pasar tres años fuera del presupuesto!

Periodo de aprendizaje
Para muchos los periodos electorales son un fastidio. Una etapa perdida, que no deja nada a la población. No creo eso. Puede ser lo contrario. Unas jornadas de profundo aprendizaje, sobre todo para los jóvenes, pero aun para quienes ya cargamos retales.

Podemos aprender más de la naturaleza humana y podemos organizarnos como ciudadanos para obligar a los políticos –los de carne y hueso- a comportarse distinto, a comprometerse en serio con sus representados. No es sueño ni ficción. Es una oportunidad inmejorable cuando comprendemos la importancia de nuestro voto. El individual junto y a un lado del de los demás. ¡Uuhh, que no haríamos!

Mientras tanto, hay que mantener vigilados a “nuestros” políticos, funcionarios públicos y compañía. Hacerles saber que estamos atentos a su proceder y dispuestos a premiar su buen comportamiento (político-administrativo) y castigar con votos en contra sus deficiencias y abusos. Es el camino.