9 de julio de 2011
El 6 de Agosto
“Mi querida comadrita,
de Lagos a seis de agosto
(al cabo escribir no es costo)
le derijo esta cartita.
El día dos me resolví
a venir con mi mujer
y mis muchachas pa’ ver
la fiesta que se hace aquí.
Pa’ traerlas a todas juntas
y pasearnos muy contentos.
con sobrados elementos,
vendí el maicito y dos yuntas.
Mi ranchito y animales
Abandonados deje…
Ya cuando vuelva veré
Si han acontecido males”
Hoy es uno de esos días que tiene uno la suerte de encontrarse un buen libro que vale la pena. Entre cientos de ellos, medio perdido y polvoroso, casi me brinca a las manos “Al toque de queda” del laguense Alfonso de Alba.
Y no puedo más que leer y releer paginas llenas de historias y consejas de Lagos de Moreno en una de sus plumas más amables y agradables.
Al toque de queda no es uno de los libros más leídos del autor. Menos comparado con El Alcalde de Lagos, pero es imprescindible en esta época que estamos por “enfuncionarnos” con las Fiestas de Agosto.
Estamos enfuncionados
y hay bonitas divirsiones:
paseos, aluminaciones
y toros de inficionados.
Hay juegos y loterías,
y cantaoras de a bola,
y es mucha la bataola
en toditos estos días…
¡Ah! Comadrita, si viera
que chula esta la suida
con su alegre vecinda
y tanta gente frastera!
Por donde quera se miran
curras y curros muy guapos
vestidos de güeros trapos
de costo y gracia que almiran.
Justo en las últimas páginas, Alfonso de Alba coloca como apéndice esta “carta” a la comadrita de un campesino que después de una temporada de trabajo, deja su casa y sus animales para venir a la “ciuda” a vivir intensamente la feria del Señor del Calvario.
Espero que disfruten los fragmentos aquí compartidos. Más adelante les compartiré otras historias.
Si viera usté que elegantes
los pollos… ¡Que pantalones!...
¡que levitas!... ¡que bastones!
¡que chalecos…! ¡Y que guantes!
Y si viera que preciosos
sombreros de las pollitas…!
cuanto liston y rositas…!
que trajes tan primososos…!
Lo que mas me maravilla
es un dizque polizon
que aparece pasmazón
enorme en la rabadilla.
Si encima del polizon
trujieran un farolita,
por la noche ¡que bonito!
¡que alegre iluminación!
Hay paseo tarde por tarde
en el cerro del Calvario,
onde el gentío extraordinario
de buen orden hace alarde.
- Tal y cual tarde hay corridas
de toros, en que la gente
pasa el rato alegremente
con mil suertes divertidas.
Que en verda es dina de verse,
comadrita, una corrida,
la fiesta es muy divertida…
pa’ vista y sin exponerse.
- Por la noche en las partidas
la apertura sorprendente
de tanto pollo decente,
y pollitas bien vestidas…
(Lo que resulta es muy obvio:
Inflamado el corazón
aprovechan la ocasión
pa’ buscarse novia o novio).
Dicen que allí, aun sin querer,
si bien de diversos modos,
no dejan de jugar todos
y de ganar o perder:
Quen gana un corazón
pierde la tranquilida;
hay quien gane una amistad
y quien pierda la ilusión.
Cual si fuera una peseta
este pierde la esperanza;
aquel gana la confianza,
y otros pierden la chaveta.
Los que pierden la pacencia
ganan luego su camino;
algunos pierden el tino
y no pocas la ¡inocencia!
Otra cosa, de reserva,
le voy a comunicar;
que vino por no dejar
nomas a agriar la conserva.
Solita a uste se lo digo,
y esto quede entre nos;
nadie lo sepa, por Dios,
porque se enojan conmigo:
Hay olorosas, ladrones
y vagos a centenares;
petardistas a millares
y tahúres por millones.
Borrachitos no se diga,
en las cantinas dormidos;
o ya en las calles tendidos
de espaldas o de barriga.
Quen quera ver la trompeta
y el desorden en aceso
vaya a la plaza de Hueso
y vera lo ques cajeta.
Oirá dichos insolentes
y cantadas muy obscenas…
vera acciones nada guenas
y ademanes indecentes…
- Comadrita cuanto he visto
dicen que por la función
de la Transfiguración
de mi Señor Jesucristo!
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
Gracias por compartirme las letras de Alfonso de Alba, gracias por recuperar la escencia de la fiesta de nuestro pueblo.
ResponderBorrarAna Romero
Esta buena pero me gusta mucho que escriba de política
ResponderBorrar